La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido con fuerza en nuestras vidas. Ahora parece que todo lo resuelve la IA, desde planificar unas vacaciones, hasta elaborar un proyecto para una subvención. Las asociaciones sin fines de lucro y sociales como la nuestra se enfrentan a importantes desafíos que van más allá de la simple implementación tecnológica y que desde Aralar queremos empezar a plantearnos.
Nos estamos encontrando, por ejemplo, en consulta, con personas que consultan a la IA.
CONSULTAN para que esta inteligencia les dé claves sobre la manera de gestionar conflictos interpersonales como puede ser: un matrimonios en periodo de crisis tras conocerse la adiccion al juego de una de las partes.
CONSULTAN personas que encuentran dificultad para transmitir como se sienten. Ven en las distintas respuestas de conversaciones simuladas que les propone la IA un modelo a seguir. Una pregunta tipo podria ser: ¿Como digo a mis padres que estoy endeudado por las apuestas deportivas si me da verguenza reconocer esto?
CONSULTAN a esta herramienta para que en un momento de desorganizacion o caos nos ofrezca una estructura. Una estructura objetiva con la capacidad de convertir en un gráfico a golpe de vista todo ese barullo de ideas y pensamientos rumiativos para los que una inteligencia humana necesita otros tiempos de procesamiento y un margen para ver con mayor nitidez.
Las personas afectadas CONSULTAN, y los equipos téncios también. Todas y todos lo hacemos.
La velocidad y la certeza de las respuestas de la IA es tan vertiginosa que sentarte, a la vieja usanza, a programar con una «lluvia de ideas» parece ya cosa de la prehistoria. Nos podemos alimentar de todas las posibilidades de la IA pero antes y despues de ello, por favor, PENSEMOS ese sentido humano que es insustituible y que tiene otros tiempos, más a fuego lento, «el puchero de la amona sabe mejor que el precocinado» (hasta el día de hoy).
Aralar tiene entre manos para este 2025 y en adelante el desafío de explorar, conocer y valorar todos los entresijos de la IA. Consideramos que la inteligencia artificial puede ser una aliada estratégica para alcanzar nuestros objetivos, abriendo la puerta a un futuro donde la innovación tecnológica, la mejora de la atención a personas usuarias y el compromiso social vayan de la mano.
No obstante, también surgan voces que advierten sobre obstáculos significativos que requieren atención. Le hemos pedido a la IA que nos haga un resumen gráfico de todo esto y aquí está el resultado. Todavía nos queda un camino por recorrer.

