En el día Internacional de la Mujer, Aralar, como entidad integrante de UNAD, la Red de Atención a las Adicciones, se ha sumado a las reivindicaciones de la red y ha reclamado la necesidad de poner en marcha políticas públicas y acciones concretas que aseguren el acceso de las mujeres con adicciones al ejercicio de sus derechos de una manera plena.
Bajo el lema ‘Mujeres con adicciones, mujeres con derechos’, las 200 entidades que pertenecemos a UNAD reforzamos nuestro compromiso con la igualdad y la inclusión.
Las mujeres con adicciones, incluida la adicción a los juegos de azar, enfrentan barreras adicionales y penalizaciones sociales como el estigma, la culpa y el miedo, que dificultan su acceso a la salud, a tener un empleo o una vivienda digna, perpetuando así su exclusión y vulnerabilidad.
Por ejemplo, en el ámbito laboral, el estigma limita sus oportunidades. La percepción social de su historial de consumo les cierra puertas incluso cuando están capacitadas para desempeñar un trabajo. A esto se suma la carga de responsabilidades familiares no compartidas y el acceso a empleos feminizados que, por lo general, están peor remunerados.
Ligado a esto, estas mujeres no pueden acceder a una vivienda. La falta de ingresos estables impide su acceso al alquiler o compra. Además, en el ámbito de la salud, el miedo al juicio social y la escasez de programas adaptados y con perspectiva de género obstaculizan su recuperación, sumado al rol de cuidadoras que las lleva a descuidar su propio bienestar.
Ante estas situaciones, desde Aralar nos sumamos a UNAD y reclamamos que las mujeres con adicciones puedan ejercer su derecho a la salud con una atención integral adaptada a sus necesidades concretas; el derecho al trabajo promoviendo su inclusión laboral sin discriminación; el derecho a la vivienda, dejando atrás la exclusión residencial; el derecho a recursos de atención a las adicciones adaptados, que dejen de ser mayoritariamente masculinizados y que incorporen la perspectiva de género para que puedan tener una respuesta terapéutica adecuada a su problemática; y, por último, el derecho a la protección frente a la violencia, garantizando su seguridad y bienestar.
Para ilustrar estas reivindicaciones, en Aralar hemos compartido una campaña en redes sociales una serie de ilustraciones con las que se quieren mostrar las trabas que las mujeres con adicciones enfrentan en su día a día.
ALGUNOS DATOS
Según señala UNAD, en el último año se atendieron en la red UNAD a un total de 38.262 personas con drogodependencias y otras adicciones, de las que sólo el 21% eran mujeres.
De la misma manera, ha alertado de que las mujeres tardan, de media, 10 años más que los hombres en pedir ayuda y llegar a los recursos, y además lo hacen en peores condiciones físicas y psicológicas.
Además, la vulnerabilidad de las mujeres con adicciones también se manifiesta en el ámbito laboral, ya que solo 1 de cada 4 mujeres atendidas por adicciones con sustancia tienen empleo, en comparación con 1 de cada 3 hombres, algo que resalta cómo las mujeres enfrentan obstáculos adicionales en su proceso de recuperación y reinserción laboral. A todo esto, se suman situaciones de violencia de género y traumas que dificultan aún más el acceso a tratamientos.

